Lo más característico de los viajes en autocaravana es esta sensación de libertad. Hoy aquí, mañana allí. Pasado mañana en otro lugar completamente diferente. Esto también se aplica a la comida. ¿No es maravilloso poder decidir cada mañana al despertar si se quiere preparar el desayuno o mejor ir a una cafetería? ¿O si por la tarde se quiere tomar una copa de vino delante de la Carado o mejor ir a tomar algo al bar? Este tipo de decisiones significan sobre todo una cosa: vacaciones en estado puro.

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Mmmm... ¡qué bien huele aquí! Si ha paseado alguna vez por un mercado del sur de Francia o de Italia, sabrá de lo que hablamos. Fruta fresca dispuesta en bonitas hileras, grandes quesos de aspecto irresistible y pescado fresco y delicioso marisco listo para degustar. ¡Una experiencia para todos los sentidos! ¿A quién no le entrarían ganas de comer aquí?

Los mercados de las diferentes zonas de Europa lo tienen todo. A menudo son coloridos y bulliciosos, pero también ofrecen una gran variedad de productos que invitan a probar cosas nuevas. Sería una pena alojarse en un hotel y no poder probar nada de esto. ¡Por suerte viaja con una Carado y es flexible! ¿Ha encontrado alcachofas frescas y el tendero le explica cómo prepararlas? ¿O prefiere preparar una macedonia de frutas con la gran variedad de productos? En la cocina de su autocaravana esto forma parte de las vacaciones.

Al principio, al viajar con una Carado lo que se busca es la tranquilidad. Hacer lo que se quiera y dejar lo que no apetezca. Pero a veces también es agradable hacer nuevas amistades en el camping. Descubrir que se tienen gustos parecidos y que no se ha elegido el mismo destino para las vacaciones por casualidad. ¿Hay algo mejor que sentarse a charlar con una buena copa de vino?

Lo sabemos: cuando se sale de vacaciones al principio solo se quiere estar solo. Dejar atrás la rutina. La autocaravana como vehículo hacia la libertad. Pero de vez en cuando, en nuestro entorno encontramos sorpresas agradables. Se entabla una conversación con el vecino y se descubre que el contacto con los demás también sienta muy bien. Una comida conjunta a menudo es el comienzo de una buena amistad. Y lo mejor de todo es que nadie tiene que preocuparse por conducir después.

La carretera del queso de Allgäu que recorre los Alpes y el lago Constanza, las viñas de los viticultores de Baden o las delicias de la región de Estiria: en Europa hay muchísimo que descubrir en poco espacio. También en lo relacionado con la gastronomía.

Planee un viaje delicioso. Con vehículo propio y una ruta bien pensada la experiencia será inolvidable para toda la familia. No solo en Alemania, en toda Europa hay multitud de cosas por descubrir y disfrutar. Visite a un apicultor en la Provenza y descubra los secretos de la miel de lavanda. Planifique una ruta del queso con paradas para comprar diferentes tipos en Suiza o recorra los viñedos más hermosos del valle del Loira. Los viajes gastronómicos están de moda y con la Carado son todo un placer. ¡Que aproveche!