Bienvenidos a Croacia. Un paraíso para los amantes de las autocaravanas que invita a descubrir su playas kilométricas, la naturaleza virgen y sus numerosas islas. Todo ello con un tiempo maravilloso y precios asequibles.
UNA RUTA SENCILLA
Desde Alemania hay que pasar por Austria y Eslovenia para llegar a Croacia. Para llegar sin agobios al destino, es posible realizar paradas intermedias en las fantásticas zonas de camping que se encuentran por el camino.
La parte menos divertida: los peajes. No obstante, estos son moderados y es mejor no permitir que nos arruinen las vacaciones. En Austria y en Eslovenia es necesario comprar la viñeta. Dependiendo de la ruta elegida, en Croacia también se aplican tasas más reducidas para determinados tramos y túneles. En la página web de la asociación ADAC es posible consultar una buena visión general de todas las tasas y obtener información práctica.
DESCUBRA LA PERLA DEL ADRIÁTICO
Playas limpias y aguas cristalinas de color azul turquesa: un sueño para los amantes de las actividades acuáticas. Muchas de las playas se encuentran en pequeñas calas escondidas. En ellas podrá disfrutar de fantásticos días de sol con una paz absoluta.
Pero Croacia no solo ofrece playas maravillosas. En los numerosos parques nacionales, como por ejemplo los lagos de Plitvice, esperan cascadas, cuevas y rutas de senderismo por paisajes de todo tipo. Y la oferta cultural y de ciudades tampoco se queda corta. Los paseos por las pintorescas ciudades costeras de Pula, Rovinj o el casco antiguo de Split, declarado Patrimonio de la Humanidad, es la manera perfecta de concluir un día de playa con la familia. Con un helado en la mano, la vuelta a la Carado es todo un placer.
AJEDREZ VIKINGO O KUBB
Vale, por supuesto que al ajedrez vikingo se puede jugar en cualquier otra parte además de en Croacia. Pero es el juego ideal para entre cuatro y seis personas. Así que es perfecto para unas vacaciones en familia.
¿Y CÓMO SE JUEGA?
¿Y cómo se juega? Solo hay que delimitar un terreno de juego de unos cinco por ocho metros. En cada uno de los lados cortos se colocan cinco bloques de madera. La distancia entre los bloques deberá ser similar. En el centro se coloca el rey. Ahora hay que derribar los bloques del equipo contrario. Hasta que no quede ninguna pieza de madera para lanzar. Entonces le toca al otro equipo. Cuando un equipo haya conseguido derribar todos los bloques del contrario, podrá comenzar con los lanzamientos al rey. La partida termina cuando este haya caído. Dado que para jugar al ajedrez vikingo solo hace falta una pequeña superficie de hierba, es un juego ideal para viajes que puede hacer más amena cualquier parada para descansar. Diversión para toda la familia. Aquí puede encontrar las reglas del juego detalladas.
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